COLROY 60 AÑOS!!!
- Arfilio Rodriguez Ramirez
- 24 may 2020
- 2 Min. de lectura
Actualizado: 27 may 2020

Foto tomada de Facebook. (Gracias al fotógrafo que la tomó, mis respetos).
Mijo apúrese que le va a coger el tarde para ir al colegio, le decía su mamá, que en paz descansa.
- No han timbrado todavía mamá, le respondía muchacho, cepillándose los dientes en el lavadero.
En esa casa de la esquina, la que está a la derecha en la foto, vivía el joven en mención en ese entonces, con su familia, prácticamente pegado al colegio, y desde donde salía corriendo apenas escuchaba el primer timbre, de tal manera que cuando llegaba a la entrada, la que está a la izquierda de la Capilla, -que es la puerta alta grande del medio- fuera sonando el segundo llamada del timbre, porque al tercero (o al deje) ya estaba el portero listo para no dejar entrar a más nadie en ese momento, hasta nueva orden.
Cuando le ganaba al sueño y a la pereza, el muchacho se sentaba en el sardinel de esa esquina, encima de una piedra de amolar cuchillas, en la que su papá les sacaba filo a sus herramientas de pesero -eran tres cuchillas de doce pulgadas que dejaba como una hojilla de gillette para matar y pelar sus marranos-; ahí llegaban sus compinches, con quienes se ponían a psicoanalizar a todos los alumnos que subían por esa calle... Esta no se bañó hoy, este viene aburrido, aquel no desayunó, la flaca peleó con su mamá, el gordo hoy no trajo nada para la media mañana, en fin, eran los psicólogos empíricos del colegio. Ah, momentos aquellos, que hoy parecen efímeros al recordarlos, pero que duraron lo que tenían que durar y son inolvidables al fin y al cabo.
El Colegio Departamental Integrado Raimundo Ordóñez Yáñez, se encargó de afinar en disciplina a todos sus alumnos, de adentrarlos al conocimiento y por sobre todo, de formar personas de bien para la sociedad, gracias a la pasión de sus docentes y directivos por la enseñanza, pasión sin la cual, nadie puede ser ni ejercer una actividad, cualquiera que sea.
Hoy, 60 años después de su primera clase, sigue orondo formando estudiantes, ya con otras metodologías de estudio, pero conservando lo primordial de una Institución Educativa, formar a mujeres y hombres íntegros, en todo el sentido de la palabra.
Dios y Nuestra Señora de Lourdes, lo siguen bendiciendo, y encargamos a quien corresponda, no dejarlo caer y desaparecer. El COLROY, es un legado inmaterial de los lurdenses y de la humanidad, debemos cuidarlo y mantenerlo en pie, en formación y en lucha, hasta el fin de los tiempos.
Muchísimas Gracias mi Colegio del alma, por la formación que nos brindó.
FELIZ CUMPLEAÑOS NÚMERO 60!!!
Nos vemos pronto.
Arfilio Rodríguez Ramírez
arfilior.
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